jueves, febrero 16, 2006

El retorno de Dan

Seguramente muchos recordareis a mi amigo, compañero de habitación y de juegas varias, Dan. Para los muchos que os acordeis, este post os ayudara a refrescar la memoria.

Dan es una de las personas de las que guardo mejor recuerdo de mi estancia en Dublín. Viviendo yo en el Kinlay House, cobijo de santos y pecadores, apareció una fría noche de Noviembre Dan, un australiano bonachón siempre con una sonrisa dibujada en su cara. Dan no levanta su mano para saludar, dice “Hi mate” y te da los thumbs up, hasta ahí llega su buena dejaded australiana.

Tras un par de semanas en el hostal, hartos de cambios de habitación, hurtos de viveres (que siempre quedaban balenceados por el karma, MÍ KARMA), y sobre todo, de no tener un sitio donde sentarse, ver la tele y tirarse pedos, decidimos buscar algo más que un lugar donde vivir: un hogar. El resto de la historia ya la conoceis...Pero ¿que pasó con Dan? ¿qué pasó fué ese corazon roto que recorrió medio mundo a caballo de corazón galopante, para acabar siendo aventutero solitario?

Nuestros caminos se bifurcan a principios de Junio, cuando yo decido volver a España for good o para mal. Dan prepara lo que será un viaje para todo un verano alrededor de Europa. Son muchos los lugares que quiere visitar, pero sabe que el tiempo y el dinero son limitados los unos y siempre escasos los otros.

Dia D: 16 de Junio de 2005. Vuelo Dublín - París via Ryanair. Billetes muy tirados de precio, sacados con varias de semanas de antelación. Itinerario: pasar varias semanas en el sur de Francia al lado de su compañero de trabajo Mark. De ahí a España, y vuelta a España, de este a oeste. Cruzar el Mediterráneo, via Mallorca y Sardinia, llegar a Italia, disfrutar del sol y la playa. Subir a Austria, garbeo por Alemania y arribo en buen puerto holandés, para dar por finalizado un primer fructífero viaje por Europa. El este queda para una siempre postpuesta segunda parte.

Pero como dice el refranero del buen planificador: “Ningún proyecto ha sido jamás realizado en el tiempo previsto y bajo el presupuesto establecido. El nuestro no va a ser el primero”. Tengo que decir que el de Dan tampoco.

Su aventura comienza incluso antes de coger el avión rumbo París, porque precisamente, después de una buena traca final el día anterior llena de despedidas, abrazos y sobre todo pintas de cerveza, Dan no se levanta al dia siguiente. Le pudo la resaca. Pero como dijo Humphrey Bogart: “Siempre nos quedará Amsterdam”, y la línea regular de Ryanair que une a ambas ciudades. Moraleja: “Si te ahorras dinero comprando billetes con varias semanas de antelacion, asegurate de coger tu vuelo” Corolario: “Todo lo que no es un ahorro, es un gasto”.

Con esto se fue el plan de Dan a tomar viento por la misma ventanilla del tren que lo llevaba a Francia. A partir de ahí todo fue un absoluto descontrol. Había planificado, otra vez la palabra maldita, que no la maldita palabra, visitarme a mediados de Julio, tiempo en el que se dejaría caer por España. Llego a España para los San Fermines, corrió delante de los toros (porque correr detrás no tiene ningún mérito) y se lo pasó en grande. Recordando sus palabras:

it wasd the fucking biggest party ive ever seen!!!!
got very drunk and stoned!!!!
next day we saw the first bull run, crazy shit but we said fuck it lets do it tommorrow!!!!
next day we wake up and do the fucking bull run!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
fucking crazyiest shit ive ever done!!!!!

En resumen,

fiesta was the biggest party ive ever seen in my life!!!!!!
Sin duda, filosofía en estado puro.

Llegó el 15 de Julio, el 15 de Agosto y otro mes mas. Dan seguía sin aparecer ¿Que fué de Dan ?, me preguntaba.

Hace pocos días tuve noticias de Dan. Tras los San fermines se fue directo a Italia, metiendo Vigo y Portugal en la bolsa de su segundo viaje, junto con Polonia, Suecia y Bulgaria. Después de unos días en Italia, y a mitad de verano, se quedó sin vil metal, y tuvo que volver a Irlanda a por más euros.

A finales de Noviembre regresó, como Dorothee arrastrada por un torbellino, al país de Ozz, en vísperas y por sorpresa del cumpleaños de su little sister. En Enero reempredió su truncado viaje, pero esta vez por tierras indochinas. Primero Camboya y despues Tailandia.

Ha cambiado la Sagrada Familia por los templos de Angor Wat, los trenes por los lomos de un elefante, los spaghettis a la boloñesa y la lassaña por dos gatos salvajes cazados en plena jungla. Ya no hay cosas antiguas, estatuas ni museos que visitar, solo la frondosa selva tropical y playas de aguas cristalinas. Pasa la noche en algún pueblo perdido, cerca de Ayutthaya. Los niños revolotean a su alrededor, no para vender, les mueve la curiosidad. La misma que mueve a Dan y la gente que va conociendo en sus viajes.

Dan está bien y poco a poco va completando su viaje alrededor del mundo. Aunque sea un viaje por entregas y capítulos.

jueves, febrero 09, 2006

Shenzhen, esa gran desconocida

China es un pais grande, grande y ancho, incluso más ancho que la ancha Castilla. Bajo esta vaga idea de China, se agrupan multitud de nacionalidades, dialectos y costumbres. Al mismo tiempo todos se consideran chinos. De Hong Kong a Harbin y de Kashgar a Qingdao, los chinos son antetodo chinos.

Políticamente hablando, la China de hoy cuenta con ciertas estructuras organizacionales que pueden chocar a más de uno. Al margen de la conocida política "Un país, dos sistemas" que rige el gobierno de las zonas administrativas especiales de Hong Kong y Macao, China cuenta con más zonas especiales.

A principios de los 80 las reformas politicas llevadas a cabo por Den Xiao Ping dieron lugar a la creación de zonas económicas especiales. Los chinos, usaron la pequeña ciudad de Shenzhen, vecina a Hong Kong, como laboratorio de pruebas del libre comercio. Junto con Shenzhen se crearon otras tres más zonas económicas especiales: Shantou, Xiamen y la provincia de Hainan.
Tradicionalmente, estas regiones habían estado ligadas al comercio internacional. Quizás Shenzhen no, pero sí la provincia de Cantón que ha sido durante siglos un punto de encuentro entre Occidente y Oriente, además del punto de partida por antonomasia de la diáspora China.

Al margen de éstas, ha habido otras ciudades Chinas con presencia colonial: Shanghai, por supuesto, Taijin y la anterioremente citada Qingdao. Esta última ciudad es famosa por su cerveza. Sí, cerveza china con sabor alemán. La comunidad alemana supo dejar su huella en China. Respecto a Xiamen, es una ciudad muy acogedora y agradable. Recientemente ha sido elegida por el South China Morning Post como la segunda mejor ciudad para vivir en China. Al lado de su bahía cuanta con una pequeña islita, tomada hace más de un siglo por la comunidad extranjera como asentamiento. Hoy día, las casas de la época todavía se conservan, e incluso están habitadas. Es un trocito de pasado europeo en plena china moderna.

A lo largo de todos estos años, Shenzhen ha recogido los frutos y beneficios de sistema capitalista, para bien y para mal. Así esta pequeña ciudad que contaba con algo más de 300.000 habitantes a principios de los 80, ha pasado a contar con más de 7 millones hoy día. Su ritmo de crecimiento, vertiginoso, ha disparado el crecimiento de la ciudad y en su perfil hoy se dibujan anchas avenidas, al estilo chino, plagadas de altos rascacielos. Sus gentes tambiés se ha beneficiado. Si bien, Shenzhen es la ciudad China con mayor renta per cápita. Aún así, los 4.000 y pocos euros que percibe un trabajador en Shenzhen siguen siendo poco más que calderilla para la inversión extranjera y su vecina Hong Kong, que ha sabido externalizar la producción y manofacturación de bienes para centrarse en la reexportación y servicios financieros.

Imaginaos pues, algo que hace 25 años era como Vigo, convertido en una especia de Nueva York chino. Eso sí, el elevado crecimiento también ha dejado su huella negativa. La primera impresión que causa Shenzhen al turista, es que se trata antetodo, y a pesar de todo, de una ciudad sin alma, sin corazón. No hay nada antiguo, ni un recuerdo del pasado, porque tampoco hubo tiempo para el pasado. Todo creció demasiado rápido, todo es nuevo, y no siempre nuevo quiere decir precisamente bueno.

Pero por si algo es conocida Shenzhen, sobre todo a nivel turístico, es por sus centros de masaje. Sí, masajes. A lo hongkoneses les gusta atravesar la frontera, pasaporte en mano, para ir a masajearse a Shenzhen. Hay varios centros de masaje, sobre todo cerca al borde de la línea que separa la China continental del diminuto Hong Kong. Para que os hagais una idea: limpieza corporal, sauna, yacuzzi, masaje de pies y cabeza, limpieza de oidos, masaje de cabeza y masaje corporal tailandés, más quedarse a dormir, por poco más de treinta euros, propinas incluídas. En total unas 8 horas, para que el cuerpo descanse como se lo merece. Eso sí, no todo lo que reluce es oro, y si te quedas dormido en un masaje, probablemente el personal en cuestión se relaje algo más qu tú. Dicho queda.

Mucha gente, asocia y no equivocademente, los masajes con los servicios sexuales. Existen muchos centros de masaje, sobre todo en Hong Kong, donde el consumidor puede optar extraoficialmente, después de la sesión pertinente, a una serie de prácticas que poco tienen que ver con el estiramiento de músculos. Afortunadamente, estos hábitos se consideran cada vez menos propios, aunque hay gente que lo sigue considerando algo inanielable.
Es un tema punzante, desagradable y muy cotidiano. Sin duda está ahí. Quizás la próxima vez que veais una película de Hong Kong, vereis que alguno de los protas se va a un centro de masaje. Me viene ahora a la cabeza Hora Punta 2 y Una noche en Mong Kok. Seguro que a partir de ahora no se os pasará inadvertido.

En fin, este post ha derivado en algo extraño. Todavía quedan cosas que contar de Shenzhen, y por extensión de mainland China. Volveré. Espero que no se demore mucho la espera. Hasta entonces!!! Os dejo unas fotos. Esta vez de Stacey también.